La inversión destinada a Educación Superior en el primer trimestre de 2024 cayó 37% y, entre sus consecuencias, los salarios docentes tocaron su mínimo histórico. El poder adquisitivo de los salarios del sector se encuentra en niveles semejantes a los de 2003 y 1992, a la salida de las crisis de la Convertibilidad y la hiperinflación respectivamente. El dato surge del informe sobre política presupuestaria educativa realizado por el Grupo EPC del Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación (CIICTI).
Así, un docente ayudante con dedicación simple y diez años de antigüedad en su cargo cobró en marzo un sueldo bruto de $171.538.
Esto ocurre en un contexto en el que la inversión educativa del gobierno nacional tuvo una reducción del 35% en términos reales en tan solo tres meses y, de ese modo, alcanzó el valor más bajo desde 2006.
A su vez, la inversión en Educación representa un 5% del total del presupuesto de la Administración Pública Nacional, porcentaje que solo fue registrado en el año 1992, bajo la presidencia de Carlos Menem.
Todo esto se da en el marco de un plan de reducción del gasto de la Administración Pública Nacional y una caída del PBI similares a los ocurridos en 1977, con pleno efecto del plan de Martínez de Hoz con la Dictadura, en 1995, con la Convertibilidad y el ajuste fiscal y previsional, y en 2005, en el proceso de recuperación post-2001.
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